LA CASA DEL MIEDO II
Vuelve a entrar
después de tanto.
Trae una cesta
al hombro
llena de espinas secas
y una pregunta.
Adentro ve una niña
que toda hecha temblor
se abraza
y entre murmullos
dice temer que el tiempo
le escape por la boca.
Estruja entre las manos
muñeca cuerpo de estopa
y huecos en los ojos
los dos llenos de sombra.
El silencio respira
zumba entre las espinas
y esa pregunta ahí sola
sola.
Ella,
que viene de tan lejos
y esa niña temblando
no saben responder
porqué mueren
las rosas.
© Susana Giraudo
Muy buena composición poética! Me encantó el final! La rosa nació para morir pero en su deseo se sostiene ... Alfredo Lemon
ResponderEliminares exquisito tu poema, su. tan niña temblando ante la muerte de una rosa! así es. susana zazzettti.
ResponderEliminarBello modo de pensarse flor temblorosa ante la finitud. Hermoso poema, Su. Abrazo.
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