Tiempo dado que ejerce la frescura de un
cuenco
/de agua.
Agua que se vacía sobre las manos:
tarea inacabada,
distante reflejo del pasado
en el que no fuimos
ni héroes ni testigos.
Un hueco
horadado
de tanto gotear
al cielo
se hunde
como velo gris
de humo.
El alma ciega
sabe cómo
abrir un candado,
palpa
el borde
de la vida,
teje los caminos a punta de huellas.
© Paura Rodríguez
Leytón
Paura, qué maravilla encontrar tu poesía en este espacio.
ResponderEliminarTe recuerdo con afecto y admiración.
Un abrazo
Claudia
Gran poema!
ResponderEliminarBesosss