4/9/20

Poema de María Ángeles Pérez López




Sobre el esmalte rosa de las uñas
la mujer es la bárbara ritual
que pinta su bullir enrojecido
en savia que atraviesa el corazón.
En esta ceremonia sin ceniza
se plastifica el tiempo y sus venenos,
el secarral del odio y del vivir,
la proliferación, lo disconforme
y en lugar de pincel tiene una lengua
festiva y empapada, vegetal,
para el descreimiento y la derrota.
Con ella ya no duele el desespero,
la astilla como un grillo adormecido
sobre la gota roja y diminuta
que mancha las mañanas de los lunes.
Cuando ella se levanta, sus rodillas
enrojecen también, sus pasos rojos
como esmalte que es plástico en el plástico:
la lágrima flexible de pintura
que cae sobre las uñas, las hermana.
Sus células, ya muertas, se sonrojan
y el color les devuelve los afanes
con su incisión de espuma, circunloquio.

Sobre el esmalte rosa, la mujer
ha ido dejando capas de pigmento,
trocitos triturados de semillas
y rastros de materia encarnizada
en su alboroto contra el desamparo.
El esmalte mantiene la inquietud
que llamamos amor, y su insolencia
como un festejo rojo y desmedido.

© María Ángeles Pérez López

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2 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Excelente! Gozo brillante de imaginación. Alfredo Lemon

5 de septiembre de 2020, 16:26  
Blogger Norberto Mario Barleand ha dicho...

Excelente querida María Ángeles , pleno de imágenes Felicitaciones

26 de septiembre de 2020, 18:43  

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