como un molusco bivalvo
navega entre la sal
dispuesta a disolverse entre los peces
que abren la bocaza
para sorber sus pechos ahora
ellos abren y cierran
una mojadura seminal
atentos a su filo
cuidándose del anzuelo
para no quedar pegados pegoteados
a fuerza de nadar contracorriente
(sólo agua y branquias
carnada de sus ritmos
en el tesoro perlado del abdomen
un lento oleaje terso y esmeralda)
© Ana Guillot
Sensual...sutil...hermoso.
ResponderEliminarMuy bueno.
ResponderEliminarAnahi Duzevich Bezoz
Muy bueno.saludos.
ResponderEliminarprecioso en su eterna convocatoria, la muestra nueva. Abrazos.
ResponderEliminar" tesoro perlado del abdomen" magistral, como todo el poema. susana zazzetti.
ResponderEliminarSensualidad poética en todas las palabras y las imágenes elegidas. Genial! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarHermoso poema Anita querida!
ResponderEliminarDelicada sensualidad y una profundidad digna de tu voz de poeta.
Susana Giraudo