Páginas

22/8/20

Poema de Viviana Ayilef




Te deseo
que no transformes nunca un gran amor en odio
que sepas entender el silencio herido del otro dolido
que puedas contemplar con fe masticada este porvenir de piedra
que quieras hacer un dibujo en el vidrio empañado
que tires piedras al agua
que debas mojarte
que no te moleste
que seques,
y vuelvas.

Deseo que tu nombre sea en los labios de alguien como el pan de azúcar
que tu sonrisa refleje en el ojo brillante de un hijo
que beses sus lágrimas
que bese las tuyas
que sanen
se rompan
vuelvan a sanarse,
sigan.

Y te deseo la risa.
Pero no la constante y sonora risa, sino la risa inocente de aquél que ríe sin daño.
También deseo tu llanto,
y en algún momento el ceño fruncido, y el grito.
Que no te gane el deseo de hacer un poema en la bala,
ni en el agua del río,
ni en el cuerpo encerrado.
Que no lo tengas, poeta.
Pero que sin embargo un día lo pidas como aire
                                                 y que sirva.

Que sea justicia la terca justicia del pueblo,
esa que tiene alojada en su fe la forma de todo,
de lo que hemos amado,
de lo que hemos perdido,
de lo que quiso la muerte,
de lo que la vida no.

Eso también nos deseo:
el cuarto pétalo del trébol
la margarita
el agua
el hijo
la sed
la alegría inexperta
la risa
la vida buena.

© Viviana Ayilef

2 comentarios:

  1. Hermosos deseos, nacen de un pensamiento profundo y amoroso. Gracias

    ResponderEliminar
  2. ...de hacer un poema en la bala, qué bueno. Gracias

    ResponderEliminar