No hubo flores
sobre la mortaja.
Hubo cartas
adioses
para el viaje.
Los nietos
dibujaron un barco
sobre el helado piso de la funeraria
un sol
guirnaldas
y la casa
los patios
donde fueron felices.
Después
sonaron
las voces
altísimas
del coro de las hijas.
Yo no hubiera querido
que se callaran
porque
el mundo seguiría girando
sin
él
sin
mí
como si nada fuera
como si nada hubiera sido.
© Estela Smania
Cómo decir el dolor, la certeza de que el mundo seguirá girando a pesar de la ausencia.Bello.
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