Hijos de la tierra
Nadie parece verlo,
en un lugar despojado
de árboles y pastura,
donde el polvaderal
se ha adueñado del paisaje,
se escucha el llanto del mujererío.
Sin agua y sin comida
se nos están muriendo
los niños wichis,
como pequeños pájaros
con las alas rotas
antes de aprender el vuelo.
Qué nos sucede Madre
que nadie piensa en los hijos de la tierra
y el desmonte acorrala hacia el desierto
donde no nacen ni siquiera yuyos,
ni hay miel ni se puede armar la huerta.
Sólo los hombres saben
lo que es justo o injusto.
Y estos pequeños pájaros merecen
remontar vuelo entre los algarrobos,
como lo hacían antes,
cuando las frutas caían de los árboles.
© Olga Edith Romero
Estimada Edith mucha gente se ha perdido el valor del conocimiento y eso favorece al politico de turno que no deja de ser vil, nadie que este emparentado con la empatia puede traer al mundo niños que no llegaran a ser, lo logra la falta de educacion, solo unos pocos se salvaran y vaya Dios a saber por que los pone en esa situacion. Es muy triste que en el siglo XXI aun estemos luchando por la falta de condiciones dignas.
ResponderEliminarPatricia Corrales