SENTENCIA
Y no sé dónde comienza el mundo,
el pasado ha dejado de existir
en la marea de mi pensamiento.
Antiguos ventanales
se abren a la noche inmemorial
y estoy tan sola
como la primera mujer de la tierra.
Un aroma secreto a celebraciones
de huesos y de arena
invade la cama donde estoy olvidada de mí
en los abismos de una edad oscura.
Tal vez a este lugar
lleguen los hombres y mujeres del pueblo
para marcar mi frente con aceites
y tal vez los hijos que no he parido
desfilen ante mi cuerpo blanco
con una nada de paciencia suprema.
La noche cubre con extrañas aguas
el tiempo de los tiempos.
© Lucía Carmona
Qué gran poema, gracias Lucía!!
ResponderEliminarPoema profundo y bello. Salud a tu voz consolidada! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarsiempre tu poesía atravesando el alma!!1
ResponderEliminarabrazo!!1
maria del mar
Mi querida Lucía, qué hermoso y profundo poema.Me llegó al alma.
ResponderEliminarTe mando mi cariño y admiración.
Juany Rojas (desde Chile)
Muy hondo, Lucia querida. Y ese final maravilloso. Abrazo. Fabiana León
ResponderEliminarBelleza pura este poema conmovedor.Abrazos
ResponderEliminarMagnífica como siempre, pero en este poema, tu desnudez es solemne y de una realidad cruda que enternece.
ResponderEliminarTe quiero mucho Luci!
Susana Giraudo