porque he sido antes / una casi
espuma que ardía en el lugar de la sangre
una ácida espuma por decirse
porque he sido antes
una mirada incrustada contra el alba
la pausa entre el vino y el tabaco
la siempre noche en acechanza
porque he sido un tajo y su sístole
antes que la boba transparencia del gemido
he sido un zapato agrietado y brillante en
el hervor del día
un estómago y su intemperie de queso apenas
rancio
un olor a quemado lejos lejos y el miedo a esas suaves imágenes de santos
brotadas de la noche de mi cristiana niñez
/ de mi absurda locura salvatoria
porque antes de ser ésta
he sido el fervor ciego frente todo muro y
su ladrillo morado
he sido el mar preso en una cuchara
y he sido también solamente bruma
porque antes de todo he sido un grito en el
agua
mi amor desquiciado por la madre y su
belleza inagotable
y su inagotable maligna posesión de mí
porque antes he sido nada más sombra rota
sobre mil paredes
blancas todas ellas
y el sexo apretado en los casilleros verdes
de aquel lugar
abandonado por cada uno de los dioses
por lo que
he sido y por lo que mi ojo silencia
puedo ir hacia los puentes / hacia los
fragmentados laberintos
y cruzarlos
con mi pie de fantasma
© Gabriela Yocco
Fuerte contenido en la memoria, al igual que esa "sombra rota sobre mil paredes" o la "absurda locura"
ResponderEliminarComo siempre, genial
ResponderEliminar"sombra rota"... Todo conmueve y nos hace luchadores... Duro, pero bello.
ResponderEliminarUna poeta grande , una mujer valiente.
ResponderEliminarespecialisima, sus imágenes
traducen lo indecible en palabras
te abrazo, reina
Clelia Bercovich