Como una emulación
en ciertas ocasiones
le tuerzo el pescuezo a una palabra
la
dejo vibrar hasta que muera
la cuelgo cabeza abajo de una rama
el tajo
es para que desangre
para que la carne se entregue
con la sangre se van los demonios
que abonan la tierra
con agua caliente
arranco pluma por pluma
la
abro
desecho las partes amargas
las alas el cogote el hígado se come
el corazón se come
luego de orear la condimento por instinto
la dejo lista para el banquete del día,
o por lo menos
así hacía mi madre
que no sabía escribir.
© Fabio Cardarelli
No alcanza hasta qué punto pudo impactarme su poema, porque, literalmente, lo viví en casa de mi abuela siendo siempre una tortura. Qué fuerte impacto
ResponderEliminarFabio. Qué poeta inmenso sos. De esos que despluman. Y dejan la parte más jugosa sobre el plato.
ResponderEliminarSoy tu admiradora.
Gran abrazo
Claudia
Poder transportarnos a esa etapa de la niñez... Era una incongruencia que no podíamos definir... Genial!
ResponderEliminarMuy bueno ooohh!
ResponderEliminarBesosss
Gran poeta que sos Fabio. Siempre disfruto de leerte
ResponderEliminarmuy buen poema Fabio , imágenes fuertes, precisas felicitaciones Poeta abrazo
ResponderEliminaragradezco profundamente sus lecturas, sus comentarios,Maria Sonia, Claudia querida,Adela,Monica,Unknown, Norberto amigo...gracias
ResponderEliminarFabio, tu poesía emociona, llega hasta los huesos. Gracias.
ResponderEliminarAbrazo
Ah tanta belleza alli en ese poema.Gracias Fabio.
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