Se profetizan eventualidades;
pregonan
esotéricas providencias universales
que, en la realidad, alguien
tuvo la ocurrencia de inventar
a modo de doctrinas universales.
Otros,
rebaño de incautos
son atrapados desde
la desesperanza que los asiste;
resultan seguidores de lo mágico
que no llega
y atraviesan su propio horizonte.
Una burbuja ilusoria
merodea sobre sus cabezas,
vaivenes
de penurias y alegrías que el tiempo
con precisión de verdadero destino,
otorga sobre el tránsito real de toda vida.
© Adela Margarita
Salas
Hermoso poema, Adela. Abrazos. Rosa Lía
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