MOMENTO
En el momento victorioso,
en la raíz única y exclusiva de la luz,
en el instante fugaz en que el horizonte
calza su corona,
aquí, clara y resuelta,
alimento la hora florecida de la promesa.
Desposaré el día con los rojos azahares
de mi vigilia, todas mis apetencias
servidas para los otros
sobre el mantel del alba.
Con mi disfraz de carne viva
seré otra vez una hembra multiforme
y me mirará sin asombro
un viejo sol acostumbrado a mi artificio.
Dejaré las dudas colgadas
como trapo inservible
en el umbral inaugurado de la aurora,
y después me pondré, como los chicos,
la ropa de jugar a las visitas.
© Teresa Gómez
Qué bellas imágenes! Un abrazo Graciela Barbero
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