Calas
a M.R. y a E.C.
Pancarta que sostiene el viento,
pétalos que vuelan entre dos caras.
Erecta, alusión a la vergüenza.
Pálidas de asombro, de blandas porcelanas.
Ménage à trois de la naturaleza,
se mecen y se incrustan brutalmente,
silenciosas y suaves, se prenden, se
sueltan.
Desprenden maliciosas miradas amarillas,
desesperanzas de amor y desamor se inundan.
Barrancos que aturden ríos, sueñan.
Canción que nunca tal vez se escriba.
Borbotón de arranques y de manos,
de besos que se agrupan en mi tallo
/verde y prematuro/.
Pancarta que sostiene el viento.
Majestuosa alegoría de dos palmas,
como leches, puras.
Sangre colorada de caras pálidas y claras.
Está la noche, por la ausencia de sus
glorias, abierta,
como flor de cementerio y de jardines
amplios.
Me vienen a decir que es un escándalo su
amor de tan libre desparpajo.
Es un estruendo, una maullada de
sufrimiento y de belleza.
Risas, muchas risas de las plantas que no
entienden nada.
Atónitas. Alusión a la vergüenza, pálidas
de asombro,
y de blandas porcelanas.
Ménage à trois de la naturaleza.
Se mecen y se incrustan brutalmente,
silenciosas y suaves parece que se prenden
y se sueltan, calas.
© Ricardo Di Mario
Bienvenido Ricardo a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, un abz, Gus.
ResponderEliminarAgradecido por tu generosa invitación. Te dedico este poema antiguo del libro Liebres editado en Último Reino 2001.
ResponderEliminarAbrazo fuerte
Agradecido por tu generosa invitación. Te dedico este poema antiguo del libro Liebres editado en Último Reino 2001.
ResponderEliminarAbrazo fuerte
Bienvenido Ricardo. Gran descripción de unas flores que siempre están umpecables, erguidas.
ResponderEliminarMuchas gracias Nerina, es verdad tu hermoso comentario!!!
EliminarMe voló la cabeza esta mirada original, me cambió la mía sobre estas flores, me devolvió una fascinación infantil que en algún recodo de la vida había perdido...
ResponderEliminarGracias.
Me emociona mucho tu comentario. Muchas gracias
EliminarEs una bella flor. Merecía un poema,.
ResponderEliminarHermosa mirada sibre las calas. Una flor que en mi adolescencia siempre relacione con la muerte. Bella!!! Bienvenido!
ResponderEliminarMuy agradecido por la lectura y el mensaje!!!
Eliminar¡Cuántas imágenes sensoriales hay en tu poema, Ricardo!
ResponderEliminarCreo que nos deja a todos en movimiento.
Aplausos y un gran abrazo de bienvenida
María Rosa León
Muchas gracias por tu mirada. Abrazo grande a tu cálida bienvenida!
EliminarMe encantó tu poema, Ricardo. Cada palabra tan justa, un canto que te lleva hasta el final. Abrazo grande.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu lectura amorosa.
EliminarLa metáfora inmersa en el poema El amor la libertad y la censura. Te abrazo querido amigo Bella y profunda tu poesía
ResponderEliminarMuchas gracias Anita querida siempre me importa mucho tu mirada!!!
EliminarBienvenido Ricardo.
ResponderEliminarBuen poema sobre la cala.
Y los colores juegan un papel importante.
Ana Romano.
Siempre es un gusto leerte querido amigo! Celebro esas metáforas esplendentes que agitan al lector a observar detenidamente a las calas y a imaginar con tus palabras ese "ménage á trois" de la naturaleza!
ResponderEliminar........................................
"El viento grita a las cortaderas solitarias/ moldea la roca viva/ es una nave eterna/ una libertad que sana". Bendiciones! (Poema XVIII de El mundo circundante", Ed. Alción, 2018)
Abrazo grande desde Córdoba Alfredo Lemon
OIhh que alegría leer estos comentarios, que nos acarician la palabra y las ganas de insistir. Los hago responsables por eso, ja
ResponderEliminarMuchas gracias queridos amigos.
Alfredo querido y los tantos compañero/as poetas que leyeron el poema Calas.
Abrazos a todos y todas!!!
Ricardo
Otra vez gracias Gustavo querido Tisocco!!!
Antes que nada bienvenido a la generosa reunión de Gustavo. Me hiciste ver la cala de otra manera, no era muy amiga de ella. A veces pienso que la poesía todo lo puede.Griselda Rulfo
ResponderEliminarHoy he revisitado esta hermosa y necesaria página de poesía que sostiene y alimenta el generoso Gustavo Tissocco, y estoy tan agradecido por estas lecturas. Agradecido a todos y a cada una de ustedes. Ricardo
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