No se puede
No se puede poner la tristeza entre
paréntesis
son largos
interminables
los cabellos del olvido
y los recorre implacable
un espejo de sombras
sombra contra sombra
se empañan los recuerdos.
¿Sabré morir cuando sea dicho mi nombre?
© Ana María Oddo
Una interrogación profunda todo tu poema Ana María y un contundente final que retumba interpelando: "Sabré morir cuando sea dicho mi nombre?". Bravo! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarMuchas gracias, Alfredo Lemon.
ResponderEliminarAna María Oddo