Me secuestró el sonido de los pájaros
Y me acurruqué en el viento
para escuchar sus trinos
el mensaje sabio de ellos mismos.
Y cerré mis ojos, para volar alto
atesorando melodías únicas
y meditar con mis silencios.
Este día de febrero, donde el aire
era denso, el sol estaba presente
abrazando mi piel con ternura .
Me secuestraron los pájaros
con su canto
y no salió en ningún diario.
Me cerraron los ojos
y quedé muda.
No pidieron rescate
tan solo
inundaron mi alma
de amor puro.
Quizás fue
-
un ángel -
que me mecía.
© Nerina Thomas
Gracias Gus querido. Siempre un orgullo toda tu labor. Tan minuciosa, impecable y desinteresada.
ResponderEliminarQué belleza! Me ha pasado, me pasa, pero jamás podría haberlo expresado así!
ResponderEliminarGracias!
Tan especial para llegar dentro de otros también. Besos
ResponderEliminarSeguramente era un ángel, Nerina. Tu ángel!!!
ResponderEliminarAplausos y un beso grande
María Rosa León
Seguramente fue un ángel que se hizo pájaro, ternura y refugio en tu canto Nerina. Alfredo Lemon
ResponderEliminarCuánta paz emanan esos versos!Un abrazo Graciela Barbero
ResponderEliminarLos ángeles tienen eso, siempre acompañan. Griselda Rulfo
ResponderEliminarLo bueno de los ángeles y de los pájaros es que saben a quién secuestrar.
ResponderEliminarAbrazo, querida Nerina.
Verónica M. Capellino
Los pájaros tienen para decir . Mi abrazo .Gracias por tu poesía.
ResponderEliminarAbrazo ,Neri
Pura ternura Neri, belleza traducida en letras!
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