Me ataron en el quirófano
por si fuera una bestia.
Me dijo
¿Qué hiciste, qué te metiste adentro?
con su ceja levantada de gran hombre.
Y pensaba en mis hijos y en mi fiebre
cómo explicarle que no puedo con más
con ganas de llorar por ellos,
y su ropa vieja.
¿Qué hiciste? Está mal lo que hiciste
y yo sabiendo cómo se llovía la casilla.
Palabras que son piedras en el agua que
pasa
como el río de bronca que me brota por
dentro.
Afuera, otra vez,
no me esperaba nadie.
© Mary Coller
Bienvenida Mary a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, este poema ya sabes que me emociona mucho, los otros también y los iré publicando mes a mes, abz enorme, Gus.
ResponderEliminarGracias Gustavo!! Sos muy generoso. Abrazo enorme!!
ResponderEliminarTremendo poema, que escuché por primera vez cuando Gustavo lo leyó hace unos días. Gracias, Mary Coller
ResponderEliminarMuy buen texto, fuerte y poético a la vez. Gracias. Bienvenida. Un beso. Adriana Dirbi Maggio
ResponderEliminarFuerte, necesario, hermoso.
ResponderEliminarVerónica M. Capellino
Muchas gracias!! recien leo estos comentarios.. perdón!
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