LA SED
Una tarde
transcurre
frente al iris
que nos observa
juntos.
Compartimos la música.
Las caricias
son un tormento
débil atroz desesperado
una búsqueda,
un interrogante.
He guardado,
en el fondo de una caja,
la memoria.
La sangre no es de porcelana.
© María Laura
Burattini
Bienvenida María Laura a este sitio que pretende difundir a poetas contemporáneos, un abz, Gus.
ResponderEliminarBienvenida!! Hermoso poema!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Gus, por recibirme en tu blog. Gran trabajo.
ResponderEliminarBienvenida María Laura, muy bello decir poético...
ResponderEliminarCristian Jesús Gentile
Bienvenida, buen poema.
ResponderEliminarEl verso final sorprende.
Ana Romano.