Del otro todo.
A mí Madre.
Yo sí recuerdo, madre,
tu oficio de ser tierna
y fina como el aire.
Meira Delmar
Aún en mis sueños llevo tatuado tu nombre,
y me miras en silencio intentando
adivinarme,
descubrir quién seré,
a dónde va el viento y mi barca
o simplemente qué hay en la vastedad
del mundo que me sumerge.
Tus ojos de universos dilatados
tus brazos de ángeles
y tus manos de aire
hacen parte del éxtasis que me construye.
¿Es que todo te alcanza y te contiene?
¿Acaso todo te habita madre?
© Luis Pabón
Tierno y conmovedor! Siempre habrá un diálogo con nuestra madre, esté o no físicamente. Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarGracias, siempre está
Eliminarde cualquier modo, directo a mi corazón, susana zazzetti
ResponderEliminarGracias Susana
EliminarQué bonita manera de hablarle a la madre. Un abrazo. Graciela Barbero
ResponderEliminarUn abrazo Graciela
Eliminarme llama la atención la relación tan nítida entre el epígrafe y el texto del poema, se podría decir que este funciona como hipertexto que fagocita al primero sin proponerselo, claro. Es muy bellamente tejido este poema, muchas gracias.
ResponderEliminarWalter Mondragón