Damocles involuntario
tirado en la cama
a través de la puerta arrancada del cuarto
y de la puerta abierta
que desemboca en el comedor
veo girar el ventilador de pie
como un ojo vertiginoso
mocho
-vigía pobre de mi existencia pobre
-ojo barroco que cumple con la boca
y no con las cosas del ojo
en el espacio que hay entre él y yo
median dos marcos
dos paredes
sin embargo
la parte faltante que debería recubrir sus
paletas
hace que nuestra distancia sea mínima
al realizar su movimiento de izquierda a
derecha y luego recorrer el sentido inverso
sus paletas se alinean un instante con mi
pecho
si se soltara
si cediera un tornillo en ese instante
me digo
cierra los ojos
pernocta
involuntario Damocles
© Jotaele Andrade
Qué imaginación, cómo se desenvuelve tu poema en el devenir de sus palabras! Siempre sorprendente, "psicólogo de Dios"!. Alfredo Lemon desde Córdoba
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