Poema de Diego Saravia
A esa hora
Íbamos del brazo
y entre nosotros cabía la noche
Una soledad no mataba la otra
Caminamos por la ciudad
cuando el día barajaba su juego,
lo eterno caducaba
y la ilusión se deslizaba
en el silencio
© Diego Saravia
Etiquetas: Diego Saravia
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