NI UNA MENOS
Íntimo, mordaz
el temor al abandono:
te contentas con facilidad
conforme y miedosa a replantear
exigencias.
Te subordinas al grito y exasperación,
a esa necesidad de poder que él ostenta
para afrontar su inseguridad;
resultas tímida esclava. Él lo sabe,
tus cavilaciones
lo aferran a su despotismo,
adquiere prestigio de benevolente
y tú, lo confirmas callando.
Precisas creer en ese amor
que él no tiene, más tú lo imaginas.
¡Despierta mujer!
Eres amalgama sutil
dueña y señora de tu cuerpo y vida,
no incurras
en condena de sumisión
eso, no es valor para la vida.
© Adela Margarita
Salas
Gritas y reclamas con palabras poéticas, lo que toda la sociedad demanda. Te acompaño: NI UNA MENOS! y que sea realidad! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarGracias! Será justicia alguna vez! Abrazo.
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