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1/6/20

Viviana Abnur recuerda a María Meleck Vivanco





Un solo delfín No sé dónde lo rescató mi sangre
Caminaba hacia los álamos, flameados de
atardeceres y colibríes magníficos
Y no pude hacer
pie en mi propio ataúd
Así, con los velos chamuscados que no me pertenecían,
alcancé la raíz y me sostuve en su furia
Como si de golpe la luna, vaciara su licor en el
rugido de mis manos

© María Meleck Vivanco
(Valle de San Javier, Traslasierra, Córdoba, 23 de junio de 1921/
Portezuelo, Maldonado, Uruguay, 8 de noviembre de 2010)






Virgen de la Esperanza

Me alegro con la lluvia porque ella es el templo encendido
                                                                       Fernando Pessoa 


Ahora llueve.
¿Qué esperás ahí con las manos abiertas?

Callecitas en zigzag  y el pasto descuidado te rodean.
Una pareja se besa debajo de la lluvia. Sobre tus manos una llave, un escarpín
a tus pies.  Milagrosa, oigo decir, pero apenas reparo en las palabras.
Voy a tu encuentro y dejo un beso para tus dedos agrietados.

¿Qué espero en este día?
Algo de musgo, algo de yeso. Es áspero tu corazón ¿sabías?
Pero alcanza para mí. Siento el fuego, abre la lluvia, como una piedra encendida.

© Viviana Abnur

7 comentarios:

  1. Gracias por traer a esta poeta.
    bello poemas.

    Abrazos
    Elisabet

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  2. Me gusta mucho la poesía de María Meleck y de Viviana. Qué bueno poder leerlas juntas.

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  3. Mi gratitud por traer a Melek Vivanco, una gran poeta nuestra surrealista.Y muy bello tu poema!!!

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  4. Gracias por los comentarios. Muy amables!

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  5. Viviana, fuimos conmovida por el mismo verso potente de María. Te abrazo. Leeré tu poesía. Andre. Lo publicado, me encanta.

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