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17/6/20

Romina R. Silva recuerda a Atilio Jorge Castelpoggi



LAS CALLES

1

BUENOS AIRES comienza siempre
      en el destino de un sueño
o a la altura de un recuerdo más o menos
      intenso.
A veces es como un gran pensamiento
que se interna adentro de uno mismo
y se transforma de repente en la velocidad
     de una mirada
llena de fervor por las cosas más mínimas:
un nombre, unas calles,
el nivel de alguna duda que destrozamos
de improviso en un beso,
o alguna mujer por la cual corremos sin saber
      el porqué
ni hasta dónde llegamos.
Otras veces es un inmenso mapa de encuentros
más o menos hermosos
o una piel dibujada en los croquis de una guía
      de turismo,
o un trozo enorme del corazón,
del tuyo, del mío,
        del corazón de todos.

© Atilio Jorge Castelpoggi



Atardecer

A veces las tardes son malabaristas de sentido,
columpian las ideas, las dispersan
hasta ser una especie de sueño en vuelo
que nadie atrapa, ni los pájaros.

A veces las tardes son conciencia y exilio,
fuga apacible de la mente por las carreteras del silencio,
es ahí cuando un abrazo consigue traerme de nuevo,
al buscar el roce con el límite de mis labios.

A veces me vuelvo atardecer, voy cayendo sin pausa,
el sentido del conjunto se va con el sol pasajero
me queda lo cercano, latente,
el velo de la idea en lo profundo de una mirada,
lo tibio del miedo abrazándome con fuerza.

© Romina R Silva

4 comentarios:

  1. Atilio Jorge Castelpoggi:
    “Es un inmenso mapa de encuentros más o menos hermosos”. Me encanta.

    Romina R Silva: Hermoso viaje por la fantástica tarde y los abrazos

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  2. Poemas de alta intensidad lírica y metafórica. Agradezco su lectura.

    Saludos.

    Darío Oliva

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  3. Se vuela tarde cargada de día, y queda el abrazo.Y llega esta lectura. Tere

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  4. Magníficos poemas ambos, coloquiales acontecen, se acurrucan en el alma. Abrazo.marta comelli

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