Redondillas
Hombres
necios que acusáis
a la mujer
sin razón,
sin ver que
sois la ocasión
de lo mismo
que culpáis:
si con
ansia sin igual
solicitáis
su desdén,
¿por qué
queréis que obren bien
si las
incitáis al mal?
Cambatís su
resistencia
y luego,
con gravedad,
decís que
fue liviandad
lo que hizo
la diligencia.
Parecer
quiere el denuedo
de vuestro
parecer loco
el niño que
pone el coco
y luego le
tiene miedo.
Queréis,
con presunción necia,
hallar a la
que buscáis,
para
pretendida, Thais,
y en la
posesión, Lucrecia.
¿Qué humor
puede ser más raro
que el que,
falto de consejo,
él mismo
empaña el espejo,
y siente
que no esté claro?
Con el
favor y desdén
tenéis
condición igual,
quejándoos,
si os tratan mal,
burlándoos,
si os quieren bien.
Siempre tan
necios andáis
que, con
desigual nivel,
a una
culpáis por crüel
y a otra
por fácil culpáis.
¿Pues como
ha de estar templada
la que
vuestro amor pretende,
si la que
es ingrata, ofende,
y la que es
fácil, enfada?
Mas, entre
el enfado y pena
que vuestro
gusto refiere,
bien haya
la que no os quiere
y quejaos
en hora buena.
Dan
vuestras amantes penas
a sus
libertades alas,
y después
de hacerlas malas
las queréis
hallar muy buenas.
¿Cuál mayor
culpa ha tenido
en una
pasión errada:
la que cae
de rogada,
o el que
ruega de caído?
¿O cuál es
más de culpar,
aunque
cualquiera mal haga:
la que peca
por la paga,
o el que
paga por pecar?
Pues ¿para
qué os espantáis
de la culpa
que tenéis?
Queredlas
cual las hacéis
o hacedlas
cual las buscáis.
Dejad de
solicitar,
y después,
con más razón,
acusaréis
la afición
de la que
os fuere a rogar.
Bien con
muchas armas fundo
que lidia
vuestra arrogancia,
pues en
promesa e instancia
juntáis
diablo, carne y mundo.
© Sor Juana
de la Cruz
Laberinto
La noche
está callada.
Los trenes
ya no ruedan.
Solo el
zumbido de la carretera orbital
rompe el
silencio.
Mientras
sueño
con un
turbante de rosas
duermo
en un nido
de abejas.
¿Qué será
la reina? ¿una espina?
¿un soplo
del destino?
¿una
venganza? O apenas
el roce de
tu ausencia.
© Marta Zabaleta
Foto de mi
hija Yanina Hinrichsen
Qué buen poema "Laberinto"! Imágenes cósmicas y esplendentes provocando profundos interrogantes. Gracias Marta Zabaleta! Además traer el recuerdo de Sor Juana Inés de La Cruz! Y esta composición clásica y barroca que no pierde vigencia y sigue viva a través de los siglos! Salud! Alfredo Lemon desde Córdoba
ResponderEliminarFelicitaciones por el bello homenaje a Amadeo Gravino
ResponderEliminarMarta un bello homenaje a Sor Juana Inés de la Cruz
ResponderEliminarFelicidades
Me solo al sentir de la preciosa elección de sor Juan Ines de la Cruz, felicitaciones. Laberinto me gustó mucho.Comelli Marta
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestra lectura y los comentarios, que son muy apreciados.Alfred Lemon,Ana María Zacagnino y Marta Comelli.
ResponderEliminarHermoso poema de Sor Juana Inés traés, que siempre recordaremos. Bello tu poema!
ResponderEliminarMuy alentadora tu lectura. Gracias, Belkys Sorbellini.
ResponderEliminarEn la Escuela Sabatina Niño Luchín que dirigí en el norte de Londres, realizamos una obra de teatro que escribí para niñ@s entre los 9 y 16 años. Su titulo: 'Durante la Colonia...' En esa obra Sor Juana Inés fue un personaje importante y este poema fue recitado y actuado por una de las niñas actoras. Hermosa experiencia pedagógica de los años 80' en Londres. HLZ
ResponderEliminarMuy interesante tu comentario,HLZ.Gracias.
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