MI PADRE
LABRADOR
Creo en mi
padre labrador
mi
padre
curvado
como el canto de la hoz,
chorreándole
el cereal por las mejillas,
gota a gota
el sudor, la mano agraria
de mi padre
fundando la semilla.
Recuerdo
sus combates en la noche.
Su silbido
en la lluvia.
Cómo no
haber juntado sus palabras
para armar
sementeras y países .
Se quitaba
el sombrero
repartía
su ternura
de pan sobre la mesa,
y hablaba
de la mies que no madura
y del aire
que viene como el fuego
con su
yegua siniestra.
Creo en mi
padre labrador.
mi padre
contando
las espigas como estrellas,
su reloj de
bolsillo, su chaleco
negro y
abierto
su camisa blanca
Flotando
por la tarde, enharinada.
Aún puedo
ver su rostro saludando
en los
humeantes campos estivales.
Oh, mi
padre, la frente
de mi padre
tumbado en la gramilla.
Solo trigo
su sueño, solo alfalfa
su piel de
sembrador.
Solo raíces
esas pobres manos
guerreando
sembraduras y tormentas.
Cómo no
haber juntado sus palabras
Para armar
un país como mi padre.
© José Caribaux
LA
DISTANCIA
Entre mi
abuela y yo
se ha
levantado un muro de silencios.
Es la
distancia.
Es la vida
-me ha dicho- es la pobreza.
La vi
alejarse.
Era cada
vez más pequeña
tan
pequeña, sacudiendo su pañuelo humedecido
que pude
tomarla entre mis manos
y guardarla
en mi corazón.
© Leonor Mauvecin
Qué bueno que recordarás a José Leo, y Cuanta ternura en el poema a tu abuela
ResponderEliminarSonia Rabinovich
Pura belleza la imagen de la abuela tan pequeña y tan potente.Es muy hermoso tu poema.
ResponderEliminarGRACIAS POR LOS MENSAJES , EL POEMA NO ES A MI ABUELA , ES ABUELA DE ELENA , DEL "LIBRO de ELENA"
ResponderEliminarHola querida Leonor, qué alegría seguir encontrándote en el blog de Gustavo Tisocco. Muy bueno el poema del poeta José Caribaux, que recuerda a su padre. Y en tu poema veo el dolor de una partida y gran ternura para guardar a esa abuela en el corazón. Me gustó mucho. Un abrazo, Elena S. Eyheremendy
ResponderEliminarQuerida Leonor, qué hermosos estos dos poemas de amor a eses seres que son sello indeleble en nuestras vidas.
ResponderEliminarTengo el "Libro de Elena" entre mis tesoros.
Un gran abrazo
Juany Rojas