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8/6/20

Leonor Mauvecin recuerda a José Caribaux





MI PADRE LABRADOR 

Creo en mi padre labrador 
                                         mi padre 
curvado como el canto de la hoz, 
chorreándole el cereal por las mejillas, 
gota a gota el sudor, la mano agraria 
de mi padre fundando la semilla. 

Recuerdo sus combates en la noche. 
Su silbido en la lluvia. 

Cómo no haber juntado sus palabras 
para armar sementeras y países . 

Se quitaba el sombrero 
                                      repartía 
su ternura de pan sobre la mesa, 
y hablaba de la mies que no madura 
y del aire que viene como el fuego 
con su yegua siniestra. 

Creo en mi padre labrador. 
                                       mi padre 
contando las espigas como estrellas, 
su reloj de bolsillo, su chaleco 
negro y abierto 
                        su camisa blanca 
Flotando por la tarde, enharinada. 
Aún puedo ver su rostro saludando 
en los humeantes campos estivales. 

Oh, mi padre, la frente 
de mi padre tumbado en la gramilla. 
Solo trigo su sueño, solo alfalfa 
su piel de sembrador. 
Solo raíces esas pobres manos 
guerreando sembraduras y tormentas. 
Cómo no haber juntado sus palabras 
Para armar un país como mi padre. 

 © José Caribaux




LA DISTANCIA 

Entre mi abuela y yo
se ha levantado un muro de silencios.
Es la distancia.
Es la vida -me ha dicho- es la pobreza.

La vi alejarse.

Era cada vez más pequeña
tan pequeña, sacudiendo su pañuelo humedecido
que pude tomarla entre mis manos
y guardarla en mi corazón.


© Leonor Mauvecin

5 comentarios:

  1. Qué bueno que recordarás a José Leo, y Cuanta ternura en el poema a tu abuela
    Sonia Rabinovich

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  2. Pura belleza la imagen de la abuela tan pequeña y tan potente.Es muy hermoso tu poema.

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  3. GRACIAS POR LOS MENSAJES , EL POEMA NO ES A MI ABUELA , ES ABUELA DE ELENA , DEL "LIBRO de ELENA"

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  4. Hola querida Leonor, qué alegría seguir encontrándote en el blog de Gustavo Tisocco. Muy bueno el poema del poeta José Caribaux, que recuerda a su padre. Y en tu poema veo el dolor de una partida y gran ternura para guardar a esa abuela en el corazón. Me gustó mucho. Un abrazo, Elena S. Eyheremendy

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  5. Querida Leonor, qué hermosos estos dos poemas de amor a eses seres que son sello indeleble en nuestras vidas.
    Tengo el "Libro de Elena" entre mis tesoros.
    Un gran abrazo
    Juany Rojas

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