Todo a
veinte, años después
(Poema muy
largo)
El barrio
aquí
igual
y nada
una verja
la primera
vez que toqué metal
la flor
fuera del alcance.
Sic
Lo dicho
dicho está,
inútil será
borrarlo,
ése es mi
deseo;
me siento
caer y es cierto
y medio
fanfarrón elijo el lugar.
El
cansancio es dueño de mi cuerpo
y yo alegre
escribo versitos de mi cansancio
tal cual
soy excepto las hipocresías habituales.
No limpiaré
nada,
dejaré a la
lluvia generosa interpretarme.
De un
montón de errores creció una montaña
y sentado
en la cúspide
esperaba el
crepúsculo.
Faltaba lo
principal,
No
aprovechar la oportunidad de las ocasiones
para
mejorarme.
No fuí
pastor ni oveja
única
posibilidad para un desarmado
y encima
este maquinaje se me va de los dedos
con que
acaricio.
© Luis Luchi
¨Lo único
que espero de la poesía
es una
dentadura postiza
y unos
anteojos de descanso”
CAMILO
MORAL
Manto negro
“Elijo
escribir que respirar,
o hacer
buceo ”
MATEO
GALÍPOLI
Ídem al
anterior8
(Poema que
no necesita un libro de poemas)
Si no se
escribe con dedos en los dedos
con lo más
árbol filmado de cerca
con lo
detrás del párpado
su caos
tallado a yo
con lo mono
nuestro de cada día
con fuera
de la arena
el grano de
arena
con para
siempre esa espalda yéndose
el eje no
será nunca el alrededor del péndulo
porque los
muertos votan
y sólo
cuando dejo de escribir
están ahí
las calles empedradas
el ruido
del sol con su caída
se escribe
(el impersonal siempre hebra el yo)
con el
cadáver de la poesía
pero la
poesía no es siempre
Dios bien
fotogénico
parecerse
al clavo solo en la pared
(que
sostiene la falta de aire)
también es
la humillación
de una
oscuridad vacía
el olor a
semen del silencio
su llevarse
la contra
escribir es
el mar amarrado a una isla
es hundir
las manos en el papel
y buscar en
la hoja en blanco
como si
bajo la pluma hubiera
una mujer
que no nos ama o un hombre
o una roca
pintada de payaso
escribo
sobre un país que no es mío
donde no
vuelve a crecer el pasto
donde
las pibitas que se cojía Mao
siguen
pidiendo por favor
y el
cadáver de Moreno
sigue
cayendo al mar
envuelto en
una bandera inglesa.
Si, ya sé,
poesía pobre hubo siempre
es que me
están creciendo los ojos
de tanto
escribir
y por más
que haga miles de dedos
no
alcanzando,
el silencio
ocupa más espacio
el silencio
con su puño en alto.
Se escribe
para retirar el simulacro de los ojos
con ojos
incluidos
porque si
el oficio de perder
no fuera un
estacionamiento de poemas
si el
veredicto del tiempo
no entrase
por otra cerradura
si enumerar
la soledad
no fuese lo
contrario de estar solo
como una
nueva geografía
mejor ser
un monumento saludando
mejor una
nube a mano o una pared para mirar
mejor la
nada
mejor el
silencio a todo volumen.
La lluvia
se
multiplica
cuando deja
de llover
pero nadie
nadie puede
decir demasiado silencio
y yo tampoco,
todavía no.
© Javier Saleh
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