El cuerpo
canta
El cuerpo
canta;
la sangre
aúlla;
la tierra
charla;
la mar
murmura;
el cielo calla
y el hombre escucha.
© Miguel Unamuno
Con ese
modo exquisito
Y al mismo
tiempo insolente,
Te metiste
entre mis libros,
Cuerpo,
alma, corazón y mente.
Me impulsas
a hablar de amores
De dudas,
celos y tramas.
Quisiera
que alguien me explique
Cómo surges
de la nada
O del
presente, que lento,
Me hace
añorar lo vivido.
Eres
presencia implacable
Que me
habla en el oído.
Podrá
explicarlo las musas
O los
ángeles alados,
Que abren
mi entendimiento
Descubriendo
ese costado
Lleno de
ideas fantásticas,
De
sentimientos profundos,
De angustia
tibia perlada,
De
imágenes, otros mundos….
Pero a mí
no me convencen
Los alados
argumentos
Porque de
ese modo, insisto,
Solo se
encuentra el pretexto
Para cuando
por delante
Asoma cruel
el desierto.
Débil será
el poeta que,
Echándole
fatal culpa
A una ninfa
con trompeta
Se alivia
de tal angustia.
Otra es la
maravilla,
la magia de
lo creativo,
si tolero
mi vacío
hasta el
encuentro divino;
en que sola
con mi alma,
mente,
corazón y libros,
aparece mi
poema
y yo, tranquila, suspiro.
© Cecilia Penna
Cecilia: con qué simpleza Unamuno reconoce al hombre. Me gustó mucho que lo hayas elegido.
ResponderEliminarY tu Poesía Perlada, lleva un ritmo propio, dejándonos a todos con la tranquilidad y el suspiro.
Cariños.
Teresa Vaccaro.
Una genialidad, la de Unamuno, siempre tan claro.
ResponderEliminarY tu poema, Cecilia, una belleza, esa musicalidad, esa respiración, un mensaje cautivante.
Juan C. Rodríguez
MUY BUENA ELECCIÓN DE UNAMUNO Y EXCELENTE POEMA PARA DISFRUTAR.
ResponderEliminarANAHI DUZEVICH BEZOZ