Cuando las
heridas llevan flores blancas
Hoy, que el ciruelo despereza
un
llamado de hamaca,
blancos
plumones
florecen en
las heridas del árbol.
Otro ciclo
aguarda
engalanando sus brotes de recuerdos.
Una
niña sonríe en mi ternura
Y crece en
el tiempo
en el
cariño encendido
en la luz
del ronroneo compartido.
Es Belén
que sopla nuevos nacimientos
en nuestras
manos
como brizna
agosto
sonriendo
en el
aliento fugaz de todos nuestros sueños.
© Susana Lobo Mayorga
Hermoso poema amiga!
ResponderEliminarhermoso poema, Susi.
ResponderEliminarun abrazo
claudia