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9/5/20

Poema de Daniel Rafalovich





LEWIS CARROLL 

Su ojo acechaba en las corolas, 
en los peldaños que el rocío 
barnizaba. Su oquedad, su virtual 
transparencia, empañaba 
con aromas residuales la estación 
de las lluvias. Adormidera. 
¡Ah! y en esa mansión serena, 
azulejada, trepaban por los rincones 
las arañas de sus manos. 
Alquimia sacramental, de un rincón 
a otro deambulaban los conserjes 
cómplices catando los refrescos 
ambarinos.Y los ángeles de yeso 
en los ángulos internos dejaban caer 
sus suspiros inaudibles. 
En ese deleite impávido dormía 
el predicador, el matemático. 
Hasta que pasaron patinando 
por el parque sus pasados. 
Entonces, aquella niña imperturbable 
saltó a la eternidad. Un parpadeo.


© Daniel Rafalovich

10 comentarios:

  1. Tu voz en este homenaje se vuelve "alquimia sacramental", alta poesía. Bravo! Alfredo Lemon desde Córdoba

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  2. Bellísimo poema. Un abrazo Isabel Llorca Bosco

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  3. Qué belleza este poema. Delicado, exquisito. Verónica M. Capellino

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  4. Muy bello!!
    flora levi

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  5. Belkys Sorbellini10 de mayo de 2020, 12:17

    Bello poema! Homenaje a una estrella en la eternidad.

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  6. Sutil poema en homenaje a un genio de la literatura. Felicitaciones.

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  7. me encantó este homenaje, la delicadeza de tu voz. susana zazzetti

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