Páginas

17/5/20

Poema de Alba Murúa





AMAZONA VENCIDA

Dásela
no la dejes llorar así
dásela/ dámela
y reís mientras el chorro tibio
te bañaba la cara
Podés alimentar  a unos trillizos
decías
sin saber
lo que es caminar encorvada
a los doce
soportar al libidinoso vecino que te mira
hambriento
sentirte
carne
de cañón
desechable
sin alma
destinada al manoseo
y después
a la bolsa negra de basura
en un baldío
dásela, me decías,
no la dejes llorar
ya llorará mucho después
cuando crezca
sobre todo si es niña
y sale a vos
tendré que comprarme una escopeta
y ni siquiera así…
Esos perros la acechan desde la cuna
en que caen mis lágrimas
junto a la leche desde
el desconsuelo de la violencia
y esas ganas de
tomar una faca afilada
y cortarme de un tajo la derecha
Amazona del siglo XXI
para apuntar mejor
y clavarles flechas envenenadas en los ojos
para que no te miren más
Dásela
aunque todo arda
y la televisión diga que somos todas putas
yo sé bien lo que es
avergonzarse  por el tamaño
de lo que tendría que haber sido
orgullo de mi género
y no este miedo atroz
cuando la mamografía no sale bien
porque son demasiado grandes
sabés

Dásela
al menos que sonría
mientras pueda.

© Alba Murúa

4 comentarios:

  1. Madre mía, qué gran poema, Alba Murúa. Gracias y gracias, siempre, Gustavo, por compartir tanta belleza

    ResponderEliminar
  2. Tremendo poema Alba, bellísimo, necesario. Gracias!!!!!
    Ciela Asad

    ResponderEliminar
  3. Belkys Sorbellini21 de mayo de 2020, 8:21

    Buenísimo! Duro, como la realidad misma del género. Muy buen poema!

    ResponderEliminar