hubo un día
y no nací y me vieron todos anunciada y lisa sobre el mural corroborada en el
extremo del vacío salté hacia el extremo del cielo nada podía sucederme más que
amar en la caída y respiré y confundí el invierno con el último soplo de la
humanidad sobre mi cuerpo
© María Malusardi
Enigmático.
ResponderEliminarMaría, hermosísimo como cada vez que se lee un poema tuyo.
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