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10/4/20

Texto de Leonardo Vinci


  

   
 No soy más libre que esta mirada cayendo sobre el tazón de café. Ni menos oscuro o solo que ese alambre crucificado detrás del cuadro sosteniéndolo en la pared. Qué cosa es esa, con la que pretende hacernos encontrar el transcurso de unos días en su final, vividos y soportados como si fuesen años; o qué pensábamos acaso que tendrían de distinto. Y no es una cuestión de símbolos o nombres de días; o volúmenes de sustancia como pompas en el aire de varios tamaños; sino que resultan  lo mismo, sea cual sea el antojo del tiempo. Deberíamos inventar un día, debimos haberlo hecho. Uno más, sin medida, sin siquiera nombre de planeta mediante; y no para que sumen ocho en total, sino para que se abra  paso como una astilla, como una bandera agitándose encima de algún coloso vencido; como un recuerdo que deja de serlo para nacer en cada momento elegido. Un afán, una emoción igual a la que nos recorre cada vez que encontramos algo que creíamos perdido.

© Leonardo Vinci

8 comentarios:

  1. MUY BUENO, LEONARDO. isabel Llorca Bosco

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  2. Hermoso. Inventar un día. Un oasis.

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    1. Coincido plenamente, hermoso; como un oasis, siempre hermoso, y único.
      Javi

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    2. ...gracias

      Javier

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  3. Reacomodarnos en la ilusión. Siempre bueno Leo ,Gracias

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    1. En la ilusión, y un poco más.
      Gracias Patricia.
      L. Vinci

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