Poema de Silvina Vuckovic

Estoy en un café con la pantalla a la vista.

he paseado por la interacción silen-ruidosa de lo virtual

he girado mi cabeza cada tanto para ver ondular el entorno

leí siete u ocho poemas, twiteé uno, todos de Szpunberg

a quien no conocía –vivió en el exilio,

vive fuera… -es que nunca se vuelve de un exilio-

Me fui metiendo en el desgarro de la tierra, en el desalojo de los brotes

escarbándome la maldita manía de ¿encarnar? –enmentar- en otredades.

Y así, en varios mundos-planos

ramificándome desde las rotativas infatigables

el planeo me aliviana, me externa

hasta que algo me devuelve…

esta vez fue el blableo de un bebé.

Ya pagué y me voy.

Y me llevo conmigo.

© Silvina Vuckovic