cala de
manera profunda
la memoria
de su cuerpo
una a una
la
totalidad de sus apariencias
y los
rastros de irrealidad
talla a
fuerza de insistir
y transitar
dibuja la
huella indeleble
/como
impresiones digitales
en el
cuerpo-palimpsesto/
graba las
propias batallas
y las
tempestades
las bellas
arrugas y las costuras y los pliegues
más allá
del desgaste temporal
cincela
superpuesta capa a capa
como una
segunda piel y una tercera
y una
cuarta y todas las necesarias
hasta
llegar
con las
monedas en los ojos
a la barca
de caronte
© Nilda Barba
Muchas gracias, Gus! Me sorprendió la imagen que elegiste. Beso grandote.
ResponderEliminarUn poema de excelencia.
ResponderEliminarGracias, Nerina. Abrazo.
ResponderEliminarQueda todo en ese grabado que invita a contemplarnos .Gracias poeta
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