La niña
Y yo que a
los diez años
lloré
Lloré
porque mi muñeca
se quedó
sin cabeza
y rodó
por mis
lágrimas
por mis
besos
por mis
manos
por mis
brazos
hasta
quedar ahogada
en el fuego
y fue llama
mi corazón
y ella
cenizas.
Y la niña
apenas de
cuatro años
tal vez
cinco
la de la
mirada
fija
la del
coraje
mudo
ni llora
ni grita
rodea a su
muñeca
con sus
lágrimas
con sus
besos
con sus
manos
con sus
brazos
esconde el
horror
hasta
quedar
ahogada
y es ceniza
y es llama
y es fuego
su infancia
rota
esquirla de la guerra.
© Claudia Molina
Tremendo.
ResponderEliminarExcelente poema, una niña y su muñeca en medio de una guerra.Felicitaciones.
ResponderEliminarAna Romano.
Hola claudia, si tremendo, y siempre me pregunto si los niños de las guerras son más fuertes, más esperanzados que quienes no las viven, además la imagen muestra a una niña tapándole la carita a su muñeca, que ella ´´no vea ese horror´´, bien dicho Claudia. un abrazo. Marta Comelli.
ResponderEliminarDolorosamente conmovedor y bello
ResponderEliminarPobres niñas del mundo!
ResponderEliminarConmovedor poema amiga
ResponderEliminarBello! Conmovedor!
ResponderEliminarMuy imponente y movilizador poema!!!
ResponderEliminarMuchas gracias!! Abrazos!!
ResponderEliminarC.M.