un pájaro
flaco y minúsculo
casi un
embrión
daba
vueltas a mi alrededor
me
perseguía
hasta
empezar el ataque
así tan
chico y esa fuerza
en su pico
boca enorme como si fuera
un fósforo
con labios
gruesos
yo lo
atrapaba entre las sábanas
hacía
fuerza también para asfixiarlo
pero él no
se dejaba
y en esa
resistencia sentí
sudor frío
culpa
iba a matar
y lo sabía
© Celina Feuerstein
Fuerte, decisivo, penetrante poema.
ResponderEliminarme encantó, saludos.
Anahí Duzevich Bezoz
Uy, qué fuerza, muy sugerente esa metáfora!! Felicitaciones, abrazo grande!!
ResponderEliminarAy!! Qué decir...
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