Enigma
me he
vuelto a preguntar algunas cosas
como el
viento indaga al polen
peregrino
del deseo
en el
vaivén inescrutable de la ráfaga
he
presentido prontamente la felicidad
sin hallar
una o todas las respuestas
no se puede
percibir con precisión
el cambio
inevitable de la luz hacia la sombra hacia la luz
pero ese
instante es todos los instantes
y esa
música es la capacidad matemática del universo
la oruga
del tiempo
transformándose
en la mariposa de la vida real
los muertos
pueden enseñarnos cosas
que la
razón de la existencia desestima
la multitud
de razones que el amor y el odio
usan de
ordinario para sobrevivir cada uno a su manera
yo no me
inmiscuyo en el sueño de los difuntos
ni soy
capaz de aprehender la nostalgia
que produce
la devoción de los cementerios
¿cómo
indagar a la tierra la sonrisa
que se
apagó en el fondo de las maderas?
no poseo la
palabra que revele ese enigma
es
demasiado el fuego que arde en ese brasero
y no se
puede amar lo que la razón ahuyenta
© Aníbal Costilla
Muchas gracias, querido Gustavo. ¡Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarAníbal
También nostalgia, me dan los cementerios, sin tener a nadie...
ResponderEliminarGracias por comentar, Adela! Se comparte esa nostalgia indescriptible. Siempre estará.
ResponderEliminarAníbal
hondas reflexiones..me gusta..gracias!
ResponderEliminarMuchas gracias, Norma. ¡Saludos!
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