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23/3/20

Poema de Patricio Emilio Torne





FORMACIÓN POLÍTICA

Mamá dice que no,
que estas flores no son para el cementerio,
para eso están las calas y los crisantemos.
Los gladiolos y las dalias
son para la vitrina de los santos.
Ella es devota de San Antonio
y otras estampitas e imágenes pequeñas
que lo acompañan en ese cubo de cristal
iluminado a velas. Mi papá dice
que el único santo es Irigoyen, pero don Marcos
un día me mostró una imagen de Perón y Evita
que sacó del ropero
diciendo que el Peludo Irigoyen
era un cajetilla para tipos como mi padre.
Mamá es católica pero no va a la iglesia,
no es lugar para los indios y los brutos, dice
y mi papá dejó sentado que él era ateo,
que los curas son peores que Al Capone.
Pero yo sé bien que no es así,
el Padre José María es bueno como el pan
y a mí me gusta ser su monaguillo.
(cosa de pollerudos, según mi padre).
Aprendí que hay flores
para el cementerio, para la vitrina de los santos
y estas de pétalos carnosos que son dulzonas
que me gusta masticar,
aunque después viene lo amargo
y que Dios, Evita, Irigoyen y Perón
tienen seguidores temerosos
a los que les falta un templo donde congregarse.

© Patricio Emilio Torne

4 comentarios:

  1. Hola: un excelente poema, y una declaración de principios muy lúcida, desde la mirada inocente de la infancia.
    Lo disfruté mucho
    Irene Marks

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  2. precioso poema patricio. una infancia tan pura que duele. un placer leerte. releerte. susana zazzetti.

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  3. Siempre atento con tu mirada social a nuestras vivencias históricas! Salud! "Bebedor de agua del diamante...". Desde Córdoba, Alfredo Lemon

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