“El cielo/ el
campo/ la luna los cardos grises
el movimiento de
las hojas/ los dibujos del
molino/ las aspas
y las
sombras”
– te sentía
mordisquear una ramita –
(el tirón verde de los yuyos altos)
cuando apareció
la noche en tus brazos
y nada más que la
voz
en el silencio
“Esto no es real/
(la mano abarcándolo todo)
y nosotros
tampoco/
(existimos)”
y se quedaron las
palabras como estrellas cercanas
el aire era
diáfano
y tan quieto.
Pero
enseguida chilló la lechuza
infalible
el cuervo de Poe:
“never more” “never more”
¿Quién hizo eco?
Y creció y
creció mancha de aceite sigilosa
cosecha de horas
y días oscuros
el nunca más
por calles por avenidas por negaciones
por dónde
no
vos perseguido
acorralado
a la vuelta de la
esquina
a la vuelta de
casa
contra un
zanjón en un pozo en la celda
el espeso barro
del infortunio
se hunde en tu
ropa.
¿Acaso esto es
real? – la herida
el zumbido
las balas que en
el cuerpo sangran
queman en la
noche: ¿Inexistente? ¿Estrellada?
© Inés Legarreta
¡Ay Inés!
ResponderEliminarQué desgarradura este poema.
Qué tristeza, qué negrura, qué pena.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Sí, Alicia. Una pena que ha tantas personas queridas les haya pasado esa noche oscura. Abrazo grande, Inés.
ResponderEliminarHola: corrijo un error de tipeo: a tantas persona.....no va con h!!!!
ResponderEliminarUna pena que a tantas personas queridas les haya pasado esa noche oscura. Inés
ResponderEliminarCala, mientras leía la mañana se oscurecía, las palabras me succionaban,y fui maraña que no quería desprenderse de sus ligaduras.
Inés, adoro tu poesía.
Lily Chavez