Condicionales
Si tuviera
que nacer un día
me llamaría
río
Si tan sólo
tuviera que fluir
Elegiría el
viento
En el
cercano centro periferia
despegar en
campos de algodón
atravesar
volando cimas
huecos de
mi suelo
aterrizar
en un planeta no descubierto.
Si quisiera
morir uno de estos días
la noche
escrita
la copa ya
vacía
los miedos
derrotados por tu abrazo
rebelión en
el sistema nervioso.
Pediría un último deseo:
que no se
olvide el cielo de tu voz.
© Diego Bennett
Bello, bello, bello, mi querido Diego.
ResponderEliminarexcelente juego de simetrías con proposiciones condicionales y un remate muy logrado. Gracias.
ResponderEliminarMuy lindo poema. Me encanta el remate. Un beso. Adriana Dirbi Maggio
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ResponderEliminarMejor es que no te mueras, para tener cerca siempre el cielo.
Un abrazo,
Alicia Márquez