ruta 40
Edgar viaja
en su Bora negro
de Londres
a Belén
casi todas
las mañanas
lleva
mansos pasajeros circulares
bajo un sol
que noquea el horizonte
Dócil
resignado
su hermano
Diego
trabaja en
una mina
Edgar dice
que Diego
gana sendos
remises por minuto
apuesta a
que no es bueno
La misión
de su hermano
es bajar
siete días a ese ombligo
donde se
estresa el cielo
la de Edgar
invocar
conjuros de agua ajada
para hijos
invisibles al arsénico.
© Eduardo Espósito
Siempre una poesía elevada. Un poeta con un vuelo alto. Mi admiración siempre!!
ResponderEliminarSiempre me impacta su capacidad de metáforas plenas, amigo! Qué más decir...
ResponderEliminarExcelente poema con versos muy logrados.
ResponderEliminarAbrazo Ana Romano
Eduardo querido, cada día más poeta! Expresas, reflexionas, vibras con cada palabra. Muy bueno!
ResponderEliminarSusana Giraudo
Pintura realista y poética de nuestro país lejano, cercano, único. Sensible poema, gracias Eduardo!
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