21/3/20

Poema de Carlos Alberto Roldán





Allá lejos, en el lugar en que anclamos la memoria, 
estaban los árboles altos, los pájaros que trepaban más aún; 
un cielo que de a ratos se escapaba. 

Allá lejos, 
amistosa como nadie la cigarra 
informaba que entraba con su agobio el calor 
y la siesta que se desbordaría 
de imaginación e historias. 

Tom Mix o Bug Rogers 
O el tipo que subía por habichuelas 
-y uno desconocía lo que fueran-. 
No había enemigos que triunfaran 
en la hora de su triunfo 
habiendo séptimos regimientos 
trucos que sorprendían malvados 

-¿Te conté del eclipse? 
-¿Te conté de las lluvias que se extendieron 
como olvidadas de las reglas? 

¿Y que la gente a manotazos subía a sus ranchos 
caminaba en la marejada sin rumbo 
o se hacía lugarcito penúltimo 
en botes que no volverían? 

¿Te conté de sombras que avanzaban 
Pegaditas a la pared 
generosas de infierno? 

¡Toda puerta debe ser rota 
Hecha añicos toda sonrisa 
Dispersos en cuerpo y alma 
Los que se quieran todavía. 

¡Somos la lex sombría 
La que rige desde las sombras 
siempre dispuesta a golpear herir 
cortar manos y lenguas 
arrancar las palabras 
De su sueño! 

Estatuas tan blancas 
como fantasmas buenos 

Llenas de luz /de silencios sin reproche 
en exhortación callada /angélicas 
Con la franca voz de los pájaros 
Al mediodía. 

Hubo una vez 
Debiera haber habido 
Debiera haber aún


© Carlos Alberto Roldán

Etiquetas:

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Excelente conjugación de palabras y vida.
Saludos
Anahí Duzevich Bezoz

25 de marzo de 2020, 13:33  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio