Poema de Carlos Alberto Roldán
Allá lejos,
en el lugar en que anclamos la memoria,
estaban los
árboles altos, los pájaros que trepaban más aún;
un cielo
que de a ratos se escapaba.
Allá lejos,
amistosa
como nadie la cigarra
informaba
que entraba con su agobio el calor
y la siesta
que se desbordaría
de
imaginación e historias.
Tom Mix o
Bug Rogers
O el tipo
que subía por habichuelas
-y uno
desconocía lo que fueran-.
No había
enemigos que triunfaran
en la hora
de su triunfo
habiendo
séptimos regimientos
trucos que
sorprendían malvados
-¿Te conté
del eclipse?
-¿Te conté
de las lluvias que se extendieron
como
olvidadas de las reglas?
¿Y que la
gente a manotazos subía a sus ranchos
caminaba en
la marejada sin rumbo
o se hacía
lugarcito penúltimo
en botes
que no volverían?
¿Te conté
de sombras que avanzaban
Pegaditas a
la pared
generosas
de infierno?
¡Toda
puerta debe ser rota
Hecha
añicos toda sonrisa
Dispersos
en cuerpo y alma
Los que se
quieran todavía.
¡Somos la
lex sombría
La que rige
desde las sombras
siempre
dispuesta a golpear herir
cortar
manos y lenguas
arrancar
las palabras
De su
sueño!
Estatuas
tan blancas
como
fantasmas buenos
Llenas de
luz /de silencios sin reproche
en
exhortación callada /angélicas
Con la
franca voz de los pájaros
Al
mediodía.
Hubo una
vez
Debiera
haber habido
Debiera
haber aún
© Carlos Alberto Roldán
Etiquetas: Carlos Alberto Roldán
1 comentarios:
Excelente conjugación de palabras y vida.
Saludos
Anahí Duzevich Bezoz
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