Preñez
“Casi
inmediatamente soñó con un corazón que latía”.
Jorge Luis
Borges, Las ruinas circulares
Eso, soñar
un corazón
fibra a
fibra sus tejidos
sus venas
rumorosas
sus fervientes
arterias
cavidades
mecanismos
jamás
tocarlo
no apoyar
materia burda
sobre su
existencia inmaculada
y conocer
sin embargo
su peso su
volumen su tibieza
sentir su
místico latido
retumbando
en el
temblor obsesivo de la casa
techo
paredes puertas y ventanas
al compás
contrae y
expande
contrae y
expande
como un
presagio
como un
anuncio
casa
corazón cuerpo
preñados
y el pujo
que arranca alaridos
y otro
y otro más
larga noche
de desgarros
hasta que
finalmente
se desangra
sílaba tras
sílaba
sobre el papel.
© Ana María Oddo
realmente un pujo tu poema. bellísimo. suana zazzetti.
ResponderEliminarMe encantó: parir el poema como a un hijo...
ResponderEliminarAna María: Qué genialidad! Cuánto ritmo trasmite este poema! Extraigo "Sentir su místico latido/ retumbando /retumbando en el temblor obsesivo de la casa"
ResponderEliminarGracias por compartir.
Abrazo . Tere Vaccaro.
ResponderEliminarBuenísimo!!! El nacimiento del poema.
Tan sensacional como el de Venus o el de la Primavera. Feliz nacimiento y feliz poema.
Y gracias, claro.
Alicia Márquez
Muy bueno, Ana! Corazón, latido, nacimiento, poema. Abrazo grande, Inés Legarreta.
ResponderEliminarGracias, queridas poetas!
ResponderEliminarAna María Oddo