Fondo de pantalla
Los tristes
ojos de Rembrandt
me miran,
desde el fondo de pantalla.
Veo sus
ojos, de joven, de viejo,
con toda la
pesadumbre de una vida difícil
y
talentosa,
y veo los
ojos de otras pinturas,
y las
caras, que puedo reconocer
en la
verdulería,
en la
calle,
en el
colectivo,
en el
subte,
en los
amigos.
¿Fuimos
esos o es una ilusión?
¿Son ellos
los prisioneros en los cuadros,
o somos
nosotros?
La misma
mirada, las mismas preguntas,
los mismos
miedos.
Los tristes
ojos de Rembrandt
me miran,
desde el
fondo de pantalla.
© Alicia Márquez
precioso alicia. celebro tu gran poder de observació! susana zazzetti.
ResponderEliminarHermosa reflexión poética. Los ojos de las pinturas de Rembrandt llegan al fondo del alma de quien los mira. Tienen vida. Un beso. Adriana Dirbi Maggio
ResponderEliminarMe gustó mucho la transposición de un cuadro, una imagen -de un genio- a la vida, los ojos, la mirada, de cualquiera de nosotros. Abrazo grande, Inés Legarreta.
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ResponderEliminarNo sabía dónde ibas a llegar con el poema y otra vez lo hiciste Alicia. A la vida me llevaste, a lo cotidiano y a lo profundo, como siempre.
Lily Chavez