Mientras
esté con vida
No voy a
abandonar; no te voy a dejar aunque
duela cada intento por separado que sea,
o dinamita que alguien ponga en el camino. Una astilla de silencio se me clava
a veces, como si fuera una torre que se me cae encima mientras espero. Los
trenes paran y abren sus puertas mientras prendo fuego la mirada, y así el
próximo y el otro. Sé de los odios que nos han circundado, que temibles han
volteado tus ojos y los míos. Pero sabés, no hay fuerza posible mientras esté
con vida, que pueda deformar tu cara cada vez que te imagino.
© Leonardo Vinci
Una bella prosa poética del desamor!
ResponderEliminarBesosss
Gracias Mónica. Muchas gracias.
EliminarL. Vinci
Aplausos!!
ResponderEliminarNo sé si es para aplaudir. Inmensas gracias de todas maneras.
EliminarEste pequeño texto, es un canto permanente, algo que perdurará, siempre, aún desde un epitafio.