ERZSÉBET
BÁTHORY
Dijeron que
la muerte fue mi amante.
Sin embargo
reencarno en la tragedia
de un
presente perpetuo:
ser
hambrienta lujuria siempre ávida
de
escandalosa juventud.
En el
terror que siembro se contempla
mi temor a
morir
envejeciendo.
Ahora
nutrida por la sangre del último poema
rodeada de
sombras insepultas
desnudo mis
colmillos al acecho
de la última dádiva.
© MARIA DEL MAR ESTRELLA
GRACIAS HERMANA
ResponderEliminarPOETA DE LA INMENSIDAD
UN ABRAZO EN LA SANGRE COMPARTIDA
ALBA
gracias Gus!!!!gracias hermana
ResponderEliminarMaría del mar estremecedor poema
ResponderEliminarEstremecedor poema
ResponderEliminargracias a sus comentarios!!1
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