A Diana
Vázquez que me nombra de nuevo.
Al final
del invierno, cuando nada brota todavía
el patio se
cubre de pequeños mandalas
verdes
sobre la gramilla gris
el diente
de león que salvará del hambre al mundo
se hace un
sitio y lo defiende
con una
sola flor,
ese pequeño
sol que se levanta
un palmo de
osadía sobre la tierra.
Después de
poco tiempo
ocurre el
milagro
y la flor
ya no es flor sino semilla
nube,
nieve, pluma.
Si cortamos
con cuidado el tallo
y pedimos
un deseo
mandamos un
mensaje al cielo,
al amor más
amor de cada uno
o queremos
que se acabe la pena, cualquier pena
y soplamos
con convicción
hacia el
punto cardinal correcto
pronunciando
su nombre
tres veces,
panadero,
panadero, panadero
lo mejor de
todo estará siendo
y podremos
seguir con nuestras cosas
cada uno en
su propio rumbo
como si nada,
como si
todo
valiera la
pena y la alegría.
© Irene Scalabrelli
"un palmo de osadia sobre la tierra": excelente expresión para acabar con el invierno y con "la pena, cualquier pena"
ResponderEliminarFelicitaciones, Irene, buen poema.
¡Una maravilla!
ResponderEliminarDe la semilla... el pan.
Excelente poema! la naturaleza se identifica y vibra al compás de tus palabras. Bravo "panadero de luz"!
ResponderEliminarAbrazo grande Alfredo Lemon
"Pequeños mandalas verdes" con mensajes de amor, quê maravilla, Irene! Besos. Estela Porta.
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ResponderEliminarQué decir, adoro la poesía de Irene.
Lily Chavez