Ardo en
fragua
mientras
afuera diluvia
deshaciéndose
una pagana nube
del corral
de la noche.
Agazapada
bifurco los
pensamientos
en la
penumbra que desahucia por la luz.
Una estéril
planicie
desdibuja
el atlas
de infames
cartografías.
Detenida
allí
experimento
ese pensamiento
que define
lo
dificultoso que es morar
donde no estamos.
No estamos
allí ni aquí.
Nunca
estaremos.
Sólo somos
una espera
interminable.
© Griselda Rulfo
bello rulfito. siempre esa nota intensa que investiga el ser. me encantó. susana zazzetti.
ResponderEliminarMe fascinaron los últimos versos.
ResponderEliminarsi solo somos espera.con muy contadas alegrias verdaderas.
ResponderEliminarPrecioso poema. cómo me gustaría saber expresarme así.Felicitaciones, Griselda!.
ResponderEliminarGri
ResponderEliminarQué potencia en los versos finales.
Muy bueno!
abrazo
claudia
Lo existencial subyace, agazapado, en este bello poema. Gracias, Gri!!!
ResponderEliminarMuy buen poema con sugestivos versos finales.
ResponderEliminarAna Romano.