Amazonia
cómo no
escuchar los sordos alaridos
talan el
bosque sangran sin paz tus piernas
vive el
hombre al rapto de las maderas
y
desprotege los viejos suelos en sombras
cuando se lleva a los árboles del cielo
ese cielo que ves de vez en cuando
si caminás bosques de vida
la que no
existe sin las arboledas
dejás y
creás mecánicos monstruos
llamados a ser como sociedades
simples aserraderos sepulcros
debiera
darse por vencido el hombre
no
cualquiera
el que
miente
amores y
conquistas
perdido en
el Amazonas no sabe
no lo
vence sólo se
derrota
cuando obliga a retoños a ser
mas rápido
estar
tirados en el piso y hablar al planeta
a
decir vos hombre el barro
yo foresta
semillas en el viento muebles
papel
el humano no existe cuando extingue
cuando
miente amores por otras vidas
a las que deja sin la selva de
atrás
cuando se
acuesta y sueña que vivirá mejor
en sus
propias inmundicias
los ríos no
juegan para el equipo humano
los ríos
son los jueces que queremos ver andar
que no
pretendemos oir
no sólo
sus lamentos
por los
seres que lleva a su final
no
escuchamos su honor de naturaleza libre
ni sus
sentencias con las que nos ejecuta
© Carlos Morteo
Poema intenso y doloroso. Bello!
ResponderEliminarMariel
Realidad de un inconsciencia generalizada...
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